Todos tenemos días buenos y días menos buenos, así como ciertas preferencias en cuanto a los alimentos que nos gustan más o menos. Pero… ¿podría existir una relación entre nuestra alimentación y nuestra salud mental?
Lo cierto es que en los últimos años ha habido un creciente interés sobre esta temática, aún más después de la pandemia, lo que ha hecho que estén saliendo muchas publicaciones científicas para llegar a comprender esta conexión, lo que denominan en inglés food and mood.
Aprovechando que este mes se celebrar La Marató de TV3 enfocada en la salud mental, desde Sanaladas queremos poner nuestro granito de arena y explicar qué sabemos a día de hoy sobre esta temática de la alimentación y salud mental.
✔ Por un lado, durante períodos de estrés emocional se ha evidenciado como se aumenta el consumo de aquellas comidas que nos proporcionan un “alivio temporal”. Son alimentos que reconocemos como agradables o confort food, y que normalmente son ricos en carbohidratos además de densos calóricamente. ¿Cuáles son? Pues depende de cada persona y su cultura alimentaria, por ejemplo, uno de ellos podría ser el chocolate caliente. Parece ser que, aunque en un primer instante parece que ayuden a calmarnos, a la larga pueden empeorar nuestra respuesta al estrés emocional.
✔ Por otro lado, según una revisión de estudios realizada por la Asociación de dietistas-nutricionista del Reino Unido, el primer factor que puede afectar a nuestro estado de ánimo (negativamente) es tener alguna carencia nutricional, es decir, déficits de ciertas vitaminas o minerales (hierro o anemia, selección, vitamina del grupo B y ácido fólico). Al parecer, carencias en éstas pueden llevar a mayor cansancio, irritabilidad e incluso a mayor riesgo de depresión.
✔ También, comer en horarios regulares, obteniendo energía de forma constante a través de la alimentación durante todo el día, nos ayudaría a no sentirnos cansados y a una mayor claridad mental, lo que podría mejorar nuestro estado de ánimo (y al contrario).
✔ Otros estudios relacionan la ingesta de alimentos ricos en vitamina D (pescado azul, lácteos, huevos, setas…) y de alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 (pescado azul, frutos secos, semillas…) con un mejor bienestar y salud mental y emocional. También el consumo de fruta y de verdura y el patrón de Dieta Mediterránea en general, se han realacionado con una mejor salud mental y un menor riesgo de depresión.
Así pues, aunque aún nos quede mucho recorrido científico… Lo que es está claro es que seguir una alimentación cardiosaludable que nos ayude a prevenir todo tipo de enfermedades y carencias nutricionales, así como optar por alimentos de calidad y siguiendo unos horarios regulares es clave para nuestra salud tanto física como mental.
Fuentes:
• https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/food-and-mood-is-there-a-connection
• https://www.bda.uk.com/resource/food-facts-food-and-mood.html
• https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28158239
• https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/31906271
• https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/30951762
Toda la razón!
Pero, ¿cómo podemos cuidar nuestra salud mental mediante la alimentación?